Jasp, refleja el impulso emprendedor de unos jóvenes nacidos en el tardofranquismo o en lo que vino después. Fue una marca de coches la que utilizó este acrónimo, "Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados", para vender coches orientados, sobreentiendo, a un sector orgulloso de exhibir su rápido éxito laboral y económico. Malgrado los intentos de colocarnos a los españoles este modelo de éxito fácil que burdamente imita el concepto anglosajón , lo que la historia reciente nos dice es que el Jasp se fragmentó en una escala perfectamente delineable, en sentido descendente, con otros 3 ñeologismos:
1: Tunero. Que poco tiene que ver con estudiantes estrafalarios tocando imitaciones de laúd y mucho con el joven que abandona los estudios con prontitud para encontrar un trabajo que le permite, entre otras cosas, comprarse un coche que al que, en un arrebato de ¿individualismo hortera?, decide decorar (maquear... quizá de make up, maquillaje) a su manera. Este pues es un joven que consigue gozar de los frutos de la prosperidad económica sin necesidad de una gran preparación, aunque ellos siempre podrían alegar que para los trabajos que hacen están más que suficientemente preparados.
2: Mileurista. Este representa al Jasp en el sentido opuesto, sarcásticamente. El mileurista, "aquel cuyo salario ronda los 1000 euros, y específicamente, menor de 35 años" está en muchos casos sobrepreparado para el mercado laboral. El mileurista es víctima del peor sistema educativo de occidente y de una casta universitaria cuyos ingresos proceden del erario y que vive fuera de la realidad, al margen del mercado. El mileurista es de hecho, y en pleno sentido del término, Joven aunque sobradamente preparado. Lo que nadie le dijo es que eso no era la llave al éxito sino la bienvenida a la supervivencia.
3: Nini. Es el vértice inferior del triángulo terminológico. La demostración última de un sistema desastroso al que, trágicamente, sus víctimas parecen resistirse a cambiar. Es el joven que "ni estudia ni trabaja", un drama andante, un zombie. Un joven que dejará de serlo sin poder esperar nada de las ventajas de la edad.
Más adelante, ahondaré en estos términos. Por el momento baste esta milagrosa enumeración terminológica que permite con la mera concatenación de estos 4 ñeologismos: "Jasp-tunero-mileurista-nini" explicar buena parte de la evolución socioecónomica de dos generaciones de españoles. Pocos comentarios aparte merece el intento de introducir otros modelos norteamericanos como "Generación X", que no son aplicables a España
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